Al mismo tiempo continúa la polémica por la extracción de agua de la laguna La Mercedita por parte de una arrocera. Esta semana autoridades de la reserva natural realizarán un nuevo relevamiento.
El intendente del Parque Provincial Iberá, Walter Drews, festejó ayer que el agua caída de este fin semana ayudara a controlar un foco que comenzó hace más de 30 días en la zona central del paraje Ñupy, sobre el arroyo Carambola, en la localidad de Concepción del Yaguareté Corá.
"El fuego lo inició un poblador de la zona de más de 80 años. Lamentablemente es difícil a veces cambiar las costumbres de la gente, sobre todo de personas que hace muchos años viven en los esteros", comentó a diario época sobre el origen del foco ígneo.
Durante todo este tiempo trabajaron a destajo en el lugar la Brigada de Incendios Forestales (BRIF), Brigadistas del Parque Nacional Iberá núcleo San Nicolás. También guardaparques y baqueanos de la Seccional Carambola, Seccional Río Corriente y Seccional Capitá Miní, además del apoyo de personal y equipos de Fundación Rewilding.
Si bien el fuego se extendió sobre varias hectáreas, Drews sostuvo que el siniestro fue contenido por la misma humedad del parque, aunque no pudo precisar la superficie total afectada. "Los esteros están muy secos y una vez que el fuego ingresa al interior de una zona de lomadas es difícil entrar. La última se semana se lo pudo combatir porque el arroyo estaba bajo", dijo al brindar detalles.
Consultado sobre el efecto en la fauna, Drews descartó consecuencias graves y sólo mencionó el desplazamiento de ciervos hacia zonas con aguadas. "Ente el lunes y martes volveremos a la zona para inspeccionar", adelantó.
Por otra parte, la Dirección de Defensa Civil de la Provincia precisó a época que el escaso milimetraje ayudó a aplacar focos en Curuzú Cuatiá y en Ituzaingó. Ambas fuentes recordaron que está prohibido todo tipo de quema.
Las autoridades del Parque Provincial Iberá volverán esta semana a inspeccionar la laguna Mercedita, al costado del río Miriñay. Vale recordar que este fin de semana se difundieron fotos de una seca total y mortandad de peces en el ecosistema. Una arrocera, ubicada en la estancia Cerro Tuna, fue señalada como responsable de desviar parte del cauce para usufructo.
Drews aseguró que ya presentaron un primer informe al área de Turismo y desde la cartera realizaron una denuncia que fue enviada al Instituto Correntino del Agua y del Ambiente. Entre hoy y mañana las autoridades junto a especialistas recorrerán nuevamente la zona para redactar un segundo informe.
Fuente: época